Según la filosofía nipona, un jardín japonés es una especie de refugio
en el que todos los elementos conviven en armonía y equilibrio; la
vegetación no debe ser abundante y el espacio ha de estar bien definido
por piedras, para que el resto de los objetos que lo rodean no
interfieran en su esencia. Además de su valor decorativo, este tipo de
jardines ofrece un carácter moderno y diferenciador a una casa, oficina o
estudio, y una sensación de frescor, relax y confort que anima a la
reflexión.
De un tiempo a esta parte el jardín japonés ha pasado de ser el más
demandado para exteriores, a formar parte de la decoración interior, en
dos vertientes claramente diferenciadas: Como centro neurálgico
en el que confluyen las estancias principales (visible en este patio
interior) o bien como elemento vertebrador que comunica los espacios a
modo de recorrido continuo, apreciable en este proyecto realizado en una
vivienda de Nagoya, Japón:
Los arquitectos japoneses Suppose Design Office han llevado a cabo esta residencia, dedicada a las plantas
y a la luz, albergando el deseo de su cliente de contar con un vibrante
y hermoso jardín que cambiase la apariencia de toda la casa. La
“sala-jardín” bordea el lateral del office, da paso al baño y continua
hasta el hueco de la escalera, alternando ambientes con y sin
cristalera. Objetos asociados con los interiores, tales como pinturas y
muebles, aparecen desperdigados por el exterior, mientras que las rocas y
las flores pueblan todas las estancias.
En el centro de trabajo también se puede contar con un jardín japonés que no interfiera en el día a día planteándolo a modo de terrarium central
rodeado de paredes de cristal (aunque no debemos olvidar que requiere
ciertos cuidados durante todo el año). El equipo Enmanuelle Moureaux
Architecture + Design ha intentado ir más allá en este banco de Tokyo
mezclando realidad y ficción, adornando el jardín con un vinilo en forma
de árbol y hojas de colores, un guiño que se repite a lo largo de la
oficina en biombos, columnas y frentes de muebles.
Para quienes busquen una alternativa más realista,
apunto esta propuesta de jardín japonés casero que proponen en
Infojardín: Se incluyen algunos de los elementos característicos como
las piedras y los pequeños arbustos, y otros elementos como los bonsais y
el bambú son sustituidos por helechos o las plantas de agua por otras
colgantes. El toque curioso lo aportan las baldosas urbanas recicladas y
colocadas de forma asimétrica, que recuerdan a los típicos “caminos”
que suelen formar parte de este tipo de jardines.
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