Los estores pueden ser planos y crean sensación de orden. Pueden
combinarse con cortinas laterales o constituir la única decoración de la
ventana. Como los visillos, normalmente son poco llamativos.
Los estores son más informales que
las cortinas clásicas, pero pueden adornarse con fruncidos y volados,
por lo que se adaptan a ambientes clásicos o recargados, e informales y
contemporáneas. Pasan bastante inadvertidas si su color es similar al de las paredes y si quedan planos al extenderse, como ocurre en la mayoría de los casos.
Los usos más comunes son para ventanas de poco tamaño, como en las
cocinas y baños. O cuando debajo de la abertura hay un radiador o un
mueble y no resulta cómodo instalar cortinas que lleguen hasta el suelo.
También se emplean cada vez más en zonas de estar.
Los estores también pueden sujetarse al techo. De modo que podemos
tenerlas en un dormitorio y pueden generar una sensación de cortinas si
las dejamos caer hasta el suelo. Dando un toque peculiar y relajante a
la par de aislante.
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